La industria minorista se vio fuertemente afectada por la pandemia de COVID-19 en 2020. A medida que avanzamos lentamente con la distribución de vacunas, la industria comprende que algunos cambios pandémicos serán duraderos e incluso permanentes en algunos casos. Los inversores minoristas y los aspirantes a propietarios de negocios deberían considerar adaptarse a estas tendencias comerciales en 2021.

Redes sociales
El dominio de las redes sociales sigue creciendo a medida que las personas pasan más tiempo en casa en lugar de afuera con otros. Muchas personas salían de compras con sus amigos en su centro comercial local, incluso hace diez años, pero cada vez más personas están cambiando a comprar solo en línea. Algunos minoristas esperan obtener la experiencia de compra social en línea mediante la adición de funciones de redes sociales en su tienda en línea. Con estas funciones, los compradores pueden compartir rápidamente los productos con sus amigos que están considerando comprar o darles una actualización sobre lo que habían enviado recientemente a sus hogares. Algunos sitios web como Amazon incluso ofrecen funciones en las que los usuarios pueden compartir listas de deseos para que otros puedan comprar regalos y enviarlos directamente a la casa de alguien.

Transmisión en vivo
Durante décadas, los canales de compras en línea como QVC han podido mantenerse a flote con canales de televisión 24 horas al día, 7 días a la semana, que exhiben productos en todo tipo de industrias. Hoy en día, las plataformas de transmisión en vivo como Facebook y Twitch se han vuelto populares entre las pequeñas empresas que buscan ganar audiencia. Las empresas utilizan estas transmisiones en vivo para responder las preguntas que tienen los clientes, además de mostrar los productos que tienen disponibles en sus tiendas. Dado que esta estrategia de transmisión en vivo es popular entre las pequeñas empresas, es solo cuestión de tiempo que las empresas más grandes se suban a este tren.

Pagos digitales
Muchos consumidores todavía acudieron a las tiendas físicas durante el año pasado para comprar artículos de primera necesidad como alimentos, pero evitaron formas de pago más directas como el efectivo. En cambio, muchos consumidores optaron por formas de pago sin contacto a través de servicios como Apple Pay y Samsung Pay. Con estos servicios, los consumidores pueden adjuntar sus tarjetas de débito directamente a una aplicación de teléfono y usar esas tarjetas siempre que estén pagando colocando su teléfono junto a una máquina de tarjetas. Ya sea para evitar tocar las máquinas o simplemente por conveniencia, se espera que las aplicaciones de pago digital se vuelvan más populares en los próximos años.