Las predicciones del final de los minoristas tradicionales provinieron de expertos financieros y de todos los que observaron las tendencias de los consumidores durante la última década. Las restricciones pandémicas que comenzaron en 2020 parecieron la gota que colmó el vaso para los minoristas en persona, ya que las tiendas cerraron durante los cierres. Las personas que se sentían cómodas con las compras en línea aumentaron sus gastos, y aquellos que nunca habían intentado comprar en línea aprendieron cómo hacerlo.

Parecía poco probable que los centros comerciales y las tiendas minoristas individuales sobrevivieron a la pandemia y tuvieran alguna razón para reabrir al final de las restricciones de COVID. A pesar de las creencias más comunes y de todos los signos de una nueva era digital emergente, las predicciones de la muerte de los minoristas físicos fueron prematuras. Las últimas tendencias ahora muestran que las personas regresan rápidamente a las tiendas físicas. La razón exacta del cambio podría incluir varios factores.

La gente está cansada de estar sola después de dos años de distanciamiento social y cuarentena. Comprar en persona permite al consumidor socializar mientras realiza las tareas cotidianas.

La generación de los centros comerciales de las décadas de 1980 y 1990 ha envejecido lo suficiente como para sentir nostalgia y está lista para gastar su dinero mientras revive la experiencia del centro comercial.

Más de la mitad de los consumidores encuestados manifestaron una preferencia por las compras en persona.

Los gigantes minoristas en línea como Amazon han conectado sus operaciones con ubicaciones físicas para ofrecer más servicios y ventas más rápidas.

Muchos compradores experimentaron la realidad de las compras en línea para todas sus necesidades y no siempre quedan satisfechos. Los retrasos en los envíos, los pedidos incorrectos y los costos de envío adicionales son problemas que las personas evitan cuando compran en una tienda física.

La lealtad a la marca aún existe, y los consumidores a menudo han mostrado su disposición a permanecer en negocios que ofrecen lo que quieren y hacen que su experiencia de compra sea conveniente. Después de dos años de inconvenientes, aislamiento e imprevisibilidad, los consumidores necesitan la seguridad de que sus vidas volverán a la normalidad. La capacidad de ver a sus vecinos y otras personas y navegar por los pasillos en busca de lo que quieren se ha vuelto más deseable para muchos que quedarse en el sofá y navegar por los sitios minoristas en línea.

Ha llegado el momento de que los centros comerciales se expanden. Las empresas que sobrevivieron a la pandemia han demostrado que mantienen una base de clientes leales y tienen resiliencia. La expansión, a medida que comienza la demanda, permite a los minoristas establecerse antes que sus competidores.